sábado, 8 de agosto de 2015

Una noche.

Y la verdad es que desobedecí a mi mamá, me fui sin saber que TAN bien la iba a pasar. Y hoy puedo decir que estar peleada con mi mamá, valió la pena, cada segundo. LA ROMPIÓ QUE DECIRTE.
Y es que a veces se trata de eso, a esta edad si no desobedecemos a nuestros viejos, si no nos escapamos, no nos emborrachamos hasta sentir que no damos mas, que vamos hacer? hacerlo de más grandes? Unos ridículos totales. La verdad que ser rebelde en la adolescencia es lo mejor que puede existir, aunque después nos comemos el garrón y las cagadas a pedos. TODO lo vale, por que en el momento no pensamos en NADA ni NADIE. Solo somos nosotros, siendo felices aunque sea por un par de horas, con nuestros amigos, gente nueva, gente desconocida que en el momento te hacen sentir que los conoces desde hace millones de años, es todo lo que esta bien eso. Es una obligación casi, hacer algo que no deberíamos, juntarnos y hablar con personas que no tendríamos. Es el momento, es ahora.