Estoy arrepentido y me gana la nostalgia, será que lo divino no mezcló muy bien las cartas.
Será cuestión de suerte que sigamos separados, quisiera encerrarte por mil noches, por mil años.
Sigo sin saber nada de vos en ese incendio, cada vez que estás cerca de mí es un infierno. Desde el día en que te conocí.
Quisiera encontrarte algún día en mi camino, no ves que sigo atado a un recuerdo que no olvido.
Y tengo tantas cosas que decirte al oído, mentiras o verdades que no importan, da lo mismo.